viernes, 17 de diciembre de 2010


Si ella fuera más valiente ahora mismo se levantaría de su cama, cogería su teléfono y marcaría nueve números que se sabe de memoria. Cuando él contestara, antes de que pudiera decir nada ella comenzaría a disculparse. Le diría que le gustaría no haber hecho nada de lo que hizo, que sentía haber estado cosa de diez años sin dar señales de vida, que no había dejado de pensar en él ni un segundo, que le echaba muchísimo de menos, que le quería, que siempre lo había hecho. Y él, que no ha cambiado nada en estos años, le diría que la perdonaba; claro que la perdonaba, él siempre la perdona todo, porque en el fondo lleva algo así como toda una vida enamorado de ella.
Lo más probable es que hubieran decido quedar, para reencontrarse, tal vez en alguna cafetería, aunque en el fondo los dos se morían de ganas de ir a su banco. En algún momento ella le habría llamado Toño, y él no habría podido evitar sonreír porque ya nadie le llamaba así. Debido a la nueva valentía de ella, por primera vez en su vida, habría sido capaz de confesarle que no huyó de él, sino de sus propios sentimientos, que salió corriendo al darse cuenta de que se estaba enamorando de él. Y entonces él, le habría agarrado de la barbilla y le habría dado el beso que lleva una década esperando.
Pero, si ella fuera más valiente no habría salido corriendo hace diez años. No, ella no es valiente, y tampoco sabe que él la quiere, así que no llama, se queda ahí, tirada en la cama, mirando al techo y pensando en él, con el cenicero cada vez más a rebosar de colillas.


Puede que mañana me eches de menos, quien sabe, puede que sea yo quien lo haga.Es posible que volvamos a encontrarnos dentro de un tiempo, aunque prefiero pensar que esto no va a ocurrir ya que, puede que desde aquel día, no nos separemos. Puede que pienses que esto no nos lleva a ninguna parte, si, estoy de acuerdo, es posible que sea asi, pero & si nos equivocamos? Entonces puede que te arrepientas durante el resto de tu vida, o puede que no.Puede que te apetezca verme despertar, o no. Puede que te apetezca abrazarme, también puede que prefieras no hacerlo.Puede que me olvides, pero prefiero pensar que no lo harás. Puede que quieras pasar tus horas a mi lado, es muy posible, que esto sea lo que buscamos ambos.Puede que me estés volviendo loca,o quizás ya lo has hecho..


A mí no me engañas. Hace tiempo que descubrí que la verdad sobre Caperucita y el lobo es que ella se lo comió. Hace tiempo me di cuenta que la manzana envenenada no era más que un alucinógeno que nos transportaba durante un rato al país de los sueños dormidos. Hace mucho que sé que Eva no nació de la costilla de Adán. Si acaso hubo alguna costilla de por medio fue la que se comieron alrededor de una hoguera mientras cantaban noséquécanción.
Así que ahora no me vengas con abrazos de agua que se escabullen en cuanto intento atraparlos. No me vengas con besos guardados en cajitas con lazos rojos porque sé que dentro no hay más que espinas. No me vengas con ronroneos en los tejados. Yo fui la que te inventé, chaval. Así que a otra con ese cuento de príncipes y princesas. No eres más que la efervescencia de una botella de medio litro de coca-cola: momentánea.
Yo te enseñé a mentir. Te enseñé a que no me creyeras en nada. Te enseñé a no creerte mis te quiero, mis besos y mis parpadeos. Y también te enseñé a no creerme cuando te dijera que no me creyeras. Así que, ¿qué moto intentas venderme ahora?

No, yo no me dejo engañar. Y si piensas que voy a responder a tu contoneo con un vaivén de miradas, lo llevas claro.
Sí. Me voy a poner mi vestido de color rojo. Con mucho escote. Que lo que no sale a la luz se pudre. Me voy a subir a esos tacones con los que apenas puedo dar dos pasos. Y pienso echar el polvo de mi vida al primer desconocido que no me prometa que ese será el mejor polvo de mi vida (¿y tú qué sabrás?).

 Definitivamente lo olvide. ¿O tal vez no? A veces suena su voz cerca, tan cerca que noto su leve aliento detrás de mí. ¿Acaso olvidé su sonrisa? ¿olvide su mirada? ¿olvide el color de sus ojos y su forma de mirar? ¿olvide su sonrisa al llegar? ¿pude olvidar el tacto de su pelo entre mis manos?
Una canción, aquella que tanto le gustaba, suena y de repente miles de imágenes vienen a mi cabeza; el lugar de nuestro primer beso, ese momento grabado en mi mente, de nuestro primer baile, la primera noche juntos cuando lo vi dormir, dormido frente a mi respirando tranquilo y sereno. El tiempo se detuvo, solo estaba él y podía rozar con mis dedos su cara.
Recuerdo su olor en mi ropa, aquellos suaves besos que me daba en el pelo... Pero eso, solo son recuerdos...

Desde que pienso en ti ya no tengo miedo, sigo siendo una joven sin bandera, pero ahora noto cómo el viento podría algún día moverla, sí, la bandera con ninguna barra y muchas estrellas, todo blanco sobre negro.
Ese miedo siempre me quitaba lo que nunca llegaba a tocar, corría y corría, rápido, tanto que siempre tenía que esperar a la nada que perdida buscaba a su madre, la soledad.
Sé que solo hay una promesa, espero que no llegue a fallar y si pasara, allí arriba, sí; mira en el infinito al lado de la luna...
Siempre te quedarás ahí.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
Parece que los ojos se te hubieran volado 
y parece que un beso te cerrara la boca. 

Como todas las cosas están llenas de mi alma 
emerges de las cosas, llena del alma mía. 
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
y te pareces a la palabra melancolía. 

Me gustas cuando callas y estás como distante. 
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
déjame que me calle con el silencio tuyo. 

Déjame que te hable también con tu silencio 
claro como una lámpara, simple como un anillo. 
Eres como la noche, callada y constelada. 
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

jueves, 25 de noviembre de 2010

;)


Los hombres son tontos, chulos, muchos de ellos idiotas, te tratan como juguetes, no aprecian lo que haces ni saben verte más allá de un cuerpo. La malloría no son detallistas ni románticos como los de las pelis, y si lo son es para llevarte a la cama, y no precisamente para dormir.
Aprenden a desabrochar sujetadores antes de aprender a leer, son egocéntricos y piensan que siempre llevan razón. Te cambiarían por la primera que tenga más tetas que tú y solo viven por y para sus amigos. No entiendo como pueden tener tantos defectos, y lo que menos entiendo es que aunque sean así seguimos llorando y muriendo por cada uno de sus ellos.


Una tarde de otoño, con los colores típicos de la estación. Paseando por el parque contigo, de la mano. Gritos y algún lloro de niños a lo lejos. Pero para mí, ahora solo existes tú. Pienso en cómo pudiste fijarte en mí. La verdad, no es que sea muy guapa, al revés, nunca me he considerado precisamente eso. Siempre creí que te atraerían otro tipo de chicas pero no, justo te fuiste a fijar en mí. Tambien pienso en todas las tardes a tu lado, en todos los momentos vividos juntos, en todos nuestros besos...tus besos. Siempre se me hacen cortas las tardes a tu lado, cada momento es diferente. Ahora me pregunto como podría vivir yo sin tí, si de verdad merecería la pena vivir sin tus besos, sin tus caricias, sin tus palabras susurradas al oido, sin tu amor...ese amor que solo tú sabes darme. Sin darme cuenta nos hemos parado. Te pones enfrente mío y me preguntas:
-¿Qué es lo que piensas?
-En tí...en nosotros.
Por un momento te quedas pensando y me dices:
-Lo quieras dejar. Te has cansado de mí ¿no? es por eso. Ya no sientes lo mismo que antes pero no sabes como decirmelo sin hacerme daño. No sé que voy a hacer sin tí, de verdad...
-No, en realidad estaba pensando en que quiero tener una vida a tu lado para siempre.
-Entonces...tengo guardado algo para tí desde hace algún tiempo-. Saca una pequeña cajita del bolsillo de la chaqueta y me la da.- ¿Quieres casarte conmigo?
-Pues que claro que si.
Le abrazo y nos besamos. Ahora me espera el resto de mi vida a su lado.


He aprendido que la vida es un momento, un pequeño instante. Vivimos pensando en el mañana, intentando comprender el ayer, y mientras dejamos escapar el día de hoy.
Vivimos buscando el momento perfecto, la vida perfecta, el sueño perfecto, la persona perfecta.. pero no hay momentos, ni vidas, ni sueños, ni personas perfectas. Crea el momento, vive la vida, desea tus sueños; no serán perfectos pero serán nuestros, serán vidas vividas no leídas.


Nunca se apuraba por las fotos, no como esas chicas que se ahuecan el pelo, ponen mirada seductora y adoptan una pose de estrella de cine. A ella le sobraba con exhibir su preciosa sonrisa. Así era ella, como su sonrisa, bonita, alegre y siempre preparada para darse a los demás. Transparente como ninguna antes, esa mujer era diferente. Se elevaba sobre lo superficial, ella llegaba más adentro, donde a muchas personas les asusta llegar. Nunca volverás a ver a alguien de esas extraordinarias cualidades, porque esa, esa era ella.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Gracias.


Nunca dejes que nada te cambie, ni permitas al tiempo que deteriore tu sonrisa de niña inocente. No dejes que el invierno congele tus ganas de amar y de ser amada, y tampoco se te ocurra dejar a un lado a todo el que te quiere. Que nunca se te olvide que formas parte de la vida de muchas personas, y entre ellas, la mía. Gracias por estar ahí cuando mas te necesito, por que sin ti no seria lo mismo, no seria capaz a sonreír, sin ti no. Y es por que tu eres una parte de mi, y sin ti nada es lo mismo, espero tenerte siempre, como tu me tendrás a mi. Gracias por ser mi amiga, gracias por ser Ana Rodriguez. :)


Que decir que ya no sepas, o que no sospeches aún. Si, muchas veces te miro y no atiendo a lo que me dices, por que me gusta tu forma de mirar, tu forma de hablarme, tu sonrisa, tus ojos, todo lo que tenga que ver contigo. Que eres mi droga, sin ti no sería nada, que no puedo pasar días sin verte. Que te necesito aquí, ahora y en todo momento. Y no se si he mencionado que te quiero.

martes, 16 de noviembre de 2010


Recuerdos que invaden la mente cuando menos te lo esperas, en el momento en que peor estas del día o en el que más feliz estás.
Recuerdo cuando salia del colegio y mi madre me preguntaba "¿qué has hecho hoy?" y le contaba algo ilusionada, y ella se sorprendía también. Ella sabía que eso que le contaba era cualquier tontería, pero aun así compartía la ilusión conmigo.
Recuerdo cuando teníamos esos pequeños piques entre amigos, esos piques por pequeñas cosas pero que en ese momento eran un mundo; piques que se solucionaban con una partida a las canicas, a los tazos o corriendo un rato jugando al escondite.
Recuerdo cuando suspendí el primer examen y pensé "me van a matar" y hoy estoy escribiendo este texto.
Recuerdo cuando entré al instituto y pensé que todo iva a ser más difícil e iba a costar muchísimo, y luego fue más fácil de lo que creía.
Recuerdo el primer beso, ese beso que nunca olvidaré. Recuerdo las noches en vela llorando en la cama mientras mis padres creían que dormía, intentando no hacer ruido para que no me escucharan y no me preguntaran qué me pasaba. Recuerdo cuando después de un día asqueroso de clase o de un día que quieres olvidar, llegaba a casa y me preguntaban haber qué me pasaba y siempre decía que nada.
Recuerdo cuando pensaba que eras algo que merecía la pena, cuando con que solo me hablaras de cualquier cosa se me iluminaba el día, pero también, recuerdo tu indiferencia en muchas ocasiones; como te reías de muchas cosas que te contaba que para mí eran importantes y tú quizá no lo viste así. Creía que valías la pena, te valoraba mucho, y más, después de decirte que te quería y tú seguías tratandome igual. Pero ahora, todo lo que te valoraba a caído por su propio peso. Ahora, guardaré todos esos y muchísimos más recuerdos, guardaré tu recuerdo y seguiré adelante; mirare al futuro, ese futuro sin ti. Sé que va a ser difícil pero, ¿quién dijo que fuera fácil? Hoy voy a ser feliz porque creo que me lo merezco.


 Quiero abrir los ojos y que estés ahí, perderme en tus brazos, derretirme con tus susurros, jugar a ser tuya. Tuya por siempre, pero, ¿qué es siempre? Todo acaba y no muy bien. Cada vez que te miro es como si fuera la primera vez, has sido lo mejor que ha sido solo mio, pero todo acaba y tu destino es mi final.


 -Gota a gota, te fui entregando mi cariño y en cada una de ellas había un pedazo de mi. Te regalé mi alegría envuelta en trozo de papel en el que escribí que te quería. Compartí contigo mis pensamientos y sentimientos más profundos. Pero tú, no me dabas a mi lo mismo; no me dabas ni una cuarta parte de lo que yo te di. Sé que en el fondo me querías, pero no sé por qué no me lo demostraste como yo lo hice contigo.
Al fin y al cabo, sé que pase lo que pase te seguiré esperando, y que aunque no quiera, me seguiré arrastrando hacia ti como un perrito faldero. Pero por una vez, me gustaría arrastrarme hacia ti para oírte decir que me quieres...

(L)...


¿Me haces un regalo hoy? Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Pero, roja no; blanca y pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mí y a quien todavía no conozco. Lo sé, un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto. La dejaría apoyada en la mesa, sin más. Sin decir nada. Y ellas se acercarían llenas de curiosidad.
- ¡Eh! ¿Quién te la ha regalado?
- ¿Él?
- ¿Lo está intentando de nuevo?
- Sí, sí, él, una rosa. ¡Si acaso un cardo seco!
Y todas a reírse. Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después, a última hora, arrancaría uno a uno los pétalos y, con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita: "Entre los obstáculos del corazón, hay un principio de alegría que me gustaría merecer", y después tiraría los pétalos por la ventana y el viento se los llevaría. Podía ser que alguien los encontrase. Que volviese a ponerlas en orden, que leyese la frase y que me viniese a buscar. Él quizá... Pero, ¿quién es él?

lunes, 15 de noviembre de 2010


 "Me iré, y llevaré conmigo todo lo que te recuerde a mí" Fue la única promesa que le hice. Invertí todo mi tiempo en borrar de su memoria cada segundo que hubiéramos pasado juntos, cada caricia, cada beso... Creo que llegué a conseguirlo, creo que el llegó a olvidarme completamente, porque desde lejos e invisible le vi sonreír, vi como esos ojos que habían estado tanto tiempo vacíos de cualquier sentimiento estallaban en un sin fin de colores. Le vi riéndose por nada y me pareció la cosa más hermosa que puede existir sobre la tierra. Entonces llegó el momento de irme. Lo intenté, pero no pude. Lentamente mis pies me llevaron hasta donde el estaba. Me miró, su mirada lo dijo todo; nunca había olvidado nada, ni siquiera un ápice de todo lo ocurrido. Y yo no quería que lo olvidase... así que en ese mismo instante, le besé.

sábado, 13 de noviembre de 2010


 -Tengo una caja, y en ella guardo todos los momentos que hasta ahora viví. Los guardo sean buenos o malos; aunque los malos los escondo, los dejo en el fondo para que los buenos estén por encima de ellos, para recordarlos menos, para saber que están ahí pero que no son necesarios. Me falta una cosa por meter en la caja de mis recuerdos y es a tí, pero no quiero que tú seas simplemente un recuerdo, quiero que seas mi presente y mi futuro, y no mi pasado, aunque queden atrás momentos contigo, de los que estoy segura que nunca olvidaré, que estarán encima de todo en esa cajita y que siempre permanecerán ahí para que cuando quiera pueda recordarlos. Vive el presente, pero no olvides que el futuro está ahí y que el pasado ya quedó atrás.


No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro setenta, aunque con tacones altos lo sobrepaso. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido. Lloro demasiado, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Escribo frases en los márgenes de los periódicos y nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo. Soy algo vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos. No te prometo que nos vaya bien, pero pondré toda mi alma en que lo nuestro funcione.


 -Solo tú sabes como me siento en cada momento y en cada circunstancia. Cada momento que estoy a tu lado es único. No sabría como agradecerte todo. Ni me bastaría una vida entera para demostrate todo el aprecio que siento hacia ti.
Gracias por ser tú en cada momento y por darme la mano todas las infinitas veces que me he caído. Gracias por tenerme en un hueco de tu corazón.

Ella sonreía mientras ambas veíamos derrumbarse nuestro pequeño mundo, y yo casi me derrumbaba con él. Que poco nos quedaba de todo lo que un día llegamos a tener y nunca valoramos. Es de ley de vida: Todo lo que sube. vuelve a bajar.Cuando le pregunté porque sonreía aquel día me confesó que, incluso en ruinas, tenía mucho más de lo que jamás se había parado a pensar. La envidié, ella es una luchadora, una buscadora del lado bueno de las cosas, es una de esas personas que siempre dice un punto y aparte, nunca un punto y final. En aquel momento me dí cuenta de que tampoco perdí tanto, TODAVÍA ME QUEDABA ELLA.


-Me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro tus abrazos, tus besos y tus chistes malos. Me encanta que me hagas reír, que me busques mis cosquillas aunque no tengas suerte. Me gusta cuando me miras y cuando sonríes sin ninguna razón porque te devuelvo mi sonrisa, esa que te vuelve loco. Me encanta que cuando hables, aunque el tema no vaya conmigo, que no pares de mirarme ni un sólo segundo. Adoro que me hagas sorpresas y bromas, esas tan peculiares en ti, y que cuando me enfade por tonterías, vengas a los cinco minutos y resuelvas todo. Me encanta que me digas que te cuente algo, porque sabes que lo odio. Adoro tu forma de hablar, tus gestos y tu aroma. Me encanta estar contigo porque se me olvida todo. Adoro que me llames por teléfono y que me digas que sólo es para escuchar mi voz.
Supongo que en realidad, no adoro todo eso. Me gusta solamente porque lo haces tú, porque es a ti a quien quiero más que a nada.

Eat it!

:)


Cómo pez en el agua. En este momento, siento que es imposible que deje de sonreír, que ahora soy feliz, y aunque siempre llega alguien a joderte, lo siento pero a mi ya nadie me jode.

(;


¿Sabes? Realmente, quiero mucho a la gente que tengo siempre a mi lado, pero tu nunca lo estuviste, y ahora te has quedado sola, y me alegro, porque si no valoras a la gente, la gente tampoco lo hará contigo.

Aunque no seas capaz de sonreír, dibujate una sonrisa y verás que poco cuesta.

(;



+Estás loca.
-Si, lo estoy, pero loca por tí, puede parecer una tontería, pero me vuelves loca, literalmente.
+Tú a mi también, con tu locura.
-Pues los dos estamos locos entonces.
+A más no poder.
-Parece que al final hemos acabado hechos el uno para el otro.
+Sigues estando loca, pero me gustas, casi tanto como tu locura.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ese lugar...

Donde ahogar mis penas, hacer las cosas tal y como quiero sin preocupación de molestar a nadie, ese lugar donde perderme cuando quiero, esconderme para no ser vista, vivir mil y una aventuras, pero sobre todo, pasármelo bien. No lo puedo negar, este es el lugar al que siempre iría, siempre, un día gris, uno soleado, uno frío y uno caluroso, es mi lugar perfecto, o simplemente mi lugar.
Me revele contra todo... ¡Hasta el sol!

- Dijiste que sería para siempre .
+ Y lo será .
- No, cuando nos hagamos mayores cada uno se irá por su camino.
+ No permitiré que eso ocurra, esto será para siempre.
- Prométemelo.
+ Te lo prometo.

jueves, 11 de noviembre de 2010


- ¿Sabes una cosa?
+ Si no me la dices, no la sabré.
- Que adoro estos momentos.
+ ¿Cuáles?
- Los momentos que paso aquí a tu lado, todas estas tardes que pasamos juntos mirando el cielo.
+ Sí, es verdad. Lo pasamos bien, ¿no?
- Tú sabes que no sólo me refiero a pasarlo bien, me refiero a que adoro estar conitgo, te adoro a ti...
+ ¿En serio?
- Nunca había hablado más en serio.
+ Yo pensé que sólo querías ser mi amigo.
- Y es verdad, sólo quería ser tu amigo, hasta que te conocí de verdad y supe que eras tú de quién me quiero enamorar.

5 horas.


-Si tuviese que pedir algo, pediría 5 horas a tu  lado. 5 horas serían suficientes para saciar las ganas que tengo de abrazarte. 5 horas para convencerte de que la chica a la que tanto has buscado durante todo este tiempo, la tienes delante y soy yo. 5 horas, para que te mueras por besarme, para que me agarres con fuerza las manos por miedo a que me vaya. 
Por favor, dame 5 horas y prometo aprovecharlas desde el primer hasta el último segundo. Guardaré en una pequeña caja todo aquello que lleguemos a considerar recuerdos. Haré que esos 18000 segundos que pasemos juntos sean los mejores segundos de toda nuestra vida, nuestras 5 cortas y largas horas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010


 -Suele ocurrir cuando decides partir, cuando decides huir, salir del paso, marchar cerrando de un portazo. Bajas las escaleras cabreada, ni siquiera oyes los gritos de tu padre ni las advertencias de tu madre. Se te caen las hojas, el café se te derrama, maldices a tus muertos porque los vivos te tienen demasiado harta. Entonces aparece otro vivo que gira el rumbo de tu vida. No será más bonita ni nada de eso, tan solo hará que te importe una mierda si el resto de tus días no valen la pena ya que, durante un tiempo jamás previsible, al final de estos le veras y se te olvidara todo.